martes, 6 de enero de 2009

espejos




‘…cada vez me interesa menos la realidad’
J.M.G. LE CLÉZIO

El espejo es la protección uterina de los salones de belleza , de los burdeles y de las salas de juegos de azar. El espejo es la materia prima de la vulgaridad y el mármol travertino de las clases medias. Ante los espejos , hoy se juran la muerte las adolescentes.
No es centro de esta cuestión desvelar el error de la fe en la realidad. Pero sí necesario comentar que si en su momento sucumbimos ante la rotundidad de los racionalismos de diversa clase, hoy lo hacemos ante la tormenta de imágenes ‘reales’ que atribuímos a la composición verídica de la realidad.
El contenido de un espejo es la pura irrealidad entendida por lo que definimos normativamente como tal. Cuando hablamos de realidad, jamás acordamos en incluir dentro de nuestro discurso concepto alguno de universalidad.
Es decir, para nuestro entendimiento, realidad es todo menos aquello universalizable, generalizable o conceptualizable. Realidad es la pura contingencia, el grueso tejido fenoménico formado por el ‘ total’ de los hechos que nos rodean. De este modo difícilmente podremos percibir como real aquello que al menos en un estrato sensible de la percepción está exento de cualquier tipo de casualidad real .Si por aproximación pensásemos que los caracteres mutables y mediatos de una hoja de espejo, son mínimos o nulos. Si por aproximacón, como hacemos a menudo, pasamos por alto estos ‘pequeños’ episodios de ‘vulgaridad fenoménica’, habremos caído en la brutal trampa del espejo .El espejo es perverso , se desnuda de toda contingencia para iniciarse en una deriva orgiástica de celebración de lo real , de lo que trata de mostrar como real, cuando a poco que se la apure confiesa como fiel medio de la conceptualizacón de la imagen. Bien podríamos considerar el reflejo, la identificación, el reconocimiento, como procesos de generación – formación de imágenes – concepto.
La cara que nos muestra la organicidad de lo que se considera realidad es la de una ciénaga en calma, profunda y densa. Perturbada una y otra vez por el viento.

Ignasi feble i fort

No hay comentarios:

Publicar un comentario